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Viticultura: La opción orgánica

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Una tendencia en alza.
Shafer es una de las bodegas del valle de Napa que está evolucionando en la manera en la que cultivamos (Shafer fue nombrado una de los 25 mejores viñedos del mundo en el 2002). Los expertos creen que el uso de pájaros, búhos y murciélagos, como parte de una agricultura sostenible, está en alza, a pesar de que hace tan sólo 15 años era algo inaudito. La tendencia es la de asociarse con la naturaleza, para que nos ayude en el crecimiento de unas uvas, que pasarán a convertirse a algunos de los mejores vinos del mundo.

 

 


 

Trabajo de Búhos y Águilas

 

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En la bodega Shafer, dieron sus primeros pasos hacia una agricultura sostenible mediante dos maneras, a principios de los 80. Primero, erigieron nidos para búhos, pero éstos no fueron capturados y colocados dentro, sino que fueron los búhos los que descubrieron los nidos. Sin embargo, no tuvieron ningún problema para atraerlos, y en dos años, tenían un 100% de ocupación. Al año de comenzar el programa para los búhos, erigieron postes para atraer a aves rapaces, como halcones rojos y cernícalos americanos. La razón para atraer a búhos y halcones era muy simple: podrían dejar de usar venenos para los roedores, para detener la propagación de ardillas y topos. A los topos les gusta hacer túneles a través del suelo, comiéndose las raíces jóvenes de la vid. Gracias a los halcones y a los búhos, la población de roedores está bajo control día y noche (los halcones actúan durante el día, y los búhos durante la noche)por lo que el suelo ya no tiene que estar inundado con matarratas. El trabajo de estos rapaces es tan eficaz, que algún viñedo ha sido nombrado en su honor.

 


 

De Murciélagos y Aves

 

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Pero los topos son sólo una de las muchas pestes que hay en un viñedo. Todavía mayor es el número de insectos, como los saltamontes. Se está trabajando para replicar la idea de la patrulla noche y día, también utilizando rapaces voladores. Para este fin, se ha erigido un refugio para murciélagos, que está esperando sus primeros habitantes (así como se tuvo que esperar a los primeros búhos). El refugio se asienta sobre dos postes de 6 metros de altura, alzándose sobre un extremo de los viñedos. La caja fue diseñada y construida por un experto en vida silvestre, Greg Tartarian, de California, que fue quien diseñó las cajas para los búhos, El refugio para murciélagos está  preparado para albergar de 400 a 1000 murciélagos 9dependiendo de la mezcla de especies), y será una colonia de maternidad, lo que quiere decir que servirá para que los murciélagos se reproduzcan y críen. Los murciélagos son grandes consumidores  (consumen entre el 15 y el 25% de su peso corporal  cada noche, mientras navegan a través de la luz de la luna. Debido a que algunos viñedos se encuentran situados cerca de los acantilados a gran altura, éstos ya están siendo “vigilados” por los murciélagos. Este nuevo refugio está diseñado para atraer más murciélagos, que podrán un hueco permanente que devoran las viñas. Para mantener el “consumo” de insectos durante el día, se han erigido nidos de pájaros en todos los viñedos. Éstos proporcionan hogares para las especies que habitan los refugios, como las golondrinas, que comen los insectos voladores que se alimentan de las vides.

 

 

Cultivos de Protección

 

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Otra parte fundamental de la agricultura sostenible es el uso de siembras de abono (o de protección). Si recordamos el aspecto de mesa de billar que tenían los viñedos, hoy, en contraste, crecen salvajes, con tréboles, arvejas, avena y otros tipos de vegetación que crean un hábitat muy activo, donde los “insectos buenos” se comen a los “bichos malos”. Más específicamente, insectos como arañas y mariquitas se alimentos de insectos que son una plaga para las vides, como los saltamontes. Las siembras de abono tienen doble y triple función: controlan la erosión y ahogan las malas hierbas que queremos evitar. Además, controlan el vigor de la vid, enriquecen nuestros suelos con nitrógeno y otros nutrientes importantes al final de su ciclo de vida, y mucho más.
Los viñedos Shafer cultivan el sol, utilizando energía solar para la producción de energía.

 

 

 

el alcohol...

 

 

 

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Política sostenible en los viñedos de California


Las viñedos orgánicos no están organizadas de forma convencional, con líneas ordenadas de vides carentes de todo tipo de vida vegetal o animal interior, excepto la preciada vid. Sin embargo, son hermosos, una sorprendente muestra del sistema innato de la naturaleza de controles y equilibrio, cultivos de cobertura, insectos, abejas, aves, murciélagos y similares, controlando los insectos y hiervas que destruyen las vides, ayudando a equilibrar sus poblaciones formidables, para permitir el crecimiento de una vid que pueda prosperar. Los vinos orgánicos son una verdadera joya del ecosistema.
Estando las uvas a la cabeza de los cultivos más “gaseados” del mercado (con insecticidas, herbicidas, fungicidas y otros pesticidas desagradables), no hay que preguntarse por que tienen tanto éxito las variantes orgánicas respecto a los vinos convencionales. La tendencia es imparable, ya que cada día más vinateros están descubriendo las razones de peso para elegir los métodos de crecimiento orgánico y biodinámico, que dan como resultado no sólo vides “más sanas”, sino vino con más sabor y, en ocasiones un ahorro de costes en las cuentas finales.
Hace 20 años, un viñedo del valle de Napa debía paracer tan limpio como una mesa de billar: ni un rastro de hierba, ni malas hierbas, ni señales de pájaros o insectos, tan sólo vides nudosas sobresaliendo del suelo. La única manera de conseguir esa imagen de minimalismo, era contaminar el suelo con matarratas, para acabar con topos y tuzas, rociando con herbicidas potentes que acabase con el follaje no deseado, y mediante insecticidas de gran alcance, para eliminar a los insectos. No sólo era muy costoso, sino que no era una forma de agricultura sostenible. Hoy en día, nos hemos asociado con los pájaros, como los búhos y las águilas, los murciélagos y otros animales silvestres, para cultivar los viñedos. Gracias a sus esfuerzos, junto a los cultivos de cobertura, ya no necesitamos insecticidas, fertilizantes químicos ni matarratas.