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Problemas renales y alcohol

¿Es el alcohol realmente beneficioso para prevenir los cálculos renales?

Ante todo decir, que si ya se tienen cálculos renales o se han padecido en el pasado, antes de modificar cualquier hábito es mejor consultar al médico. Sobre todo porque los cálculos renales pueden ser debidos a muy diferentes causas, desde acumulación cálcica, a ser consecuencia de un exceso de ácido úrico; por lo que aunque el alcohol suele ser diurético y esto es beneficioso para la buena salud del sistema renal (siempre que no se llegue a la deshidratación) también puede ser perjudicial dependiendo de la bebida de la que se trate.

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Las mujeres que beben vino tienen menos piedras en el riñón


Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Harvard, en el que participaron más de 81.000 mujeres, descubrió que un aumento en la ingesta de líquidos reduce significativamente el riesgo de padecer cálculos renales, siendo aún mayor la reducción en el caso del vino respecto a otras bebidas, entre las que se encontraban té, café, zumos, leche y agua.

El vino fue asociado con el mayor porcentaje de riesgo (59%). Los investigadores señalaron que el consumo de café con cafeína, y descafeinado, té y vino demostraron una reducción del riesgo. El equipo también realizó el mismo experimento en hombres, demostrando el vino una reducción mayor de riesgo (39%).

 

Los estudios y sus conclusiones

El vino puede prevenir cálculos renales, pero según demuestra otro estudio llevado a cabo en Finlandia es la cerveza la responsable de reducir considerablemente el riesgo de producir cálculos. Sin embargo, es necesario matizar que la cerveza es rica en oxalatos, conteniendo purines, lo que sería contraproducente en el caso de cálculos debido a acumulación de ácido úrico. Se cree que sus efectos positivos son debidos al efecto inibitorio del alcohol en la secrección de ciertas hormonas responsables de la diurésis.

En todo caso, son estudios basados en un uso moderado de alcohol, ya que el abuso anula los posibles beneficios aumentando drásticamente los efectos nocivos del alcohol.

Un estudio sobre la relación entre 17 tipos de bebidas alcohólicas y el riesgo de padecer cálculos renales (presentando síntomas) ha analizado un grupo de mujeres en Estados Unidos.
81,093 mujeres entre 40 y 65 años sin historial previo de cálculos renales participaron en un estudio que empezó en 1986 y que fue llevado a cabo por Nurses' Health Study.

En la base del estudio, se comprometieron a consumir 131 alimentos y bebidas específicos, repitiéndose el estudio en 1990. Se recogieron los datos de consumo diario de nutrientes, fluidos y calcio, realizándose los ajustes necesarios y teniendo en cuenta otros factores de riesgo a parte del consumo de líquidos.

Se documentaron 719 casos de cálculos renales en los 8 años siguientes en los que se realizó el seguimiento del grupo estudiado. Se descubrió que el mayor consumo de líquidos, incluidos café y alcohol disminuyen el riesgo de formación de cálculos describiéndose el siguiente porcentaje. De 240ml consumidos a diario, el 10% era café, el 8% de té y el 59% de vino. En contraste, de cada dosis de zumo de pomelo se vió que incrementaba el riesgo de desarrollar cálculos en un 44%.

Por ello se concluyó que un aumento del total de líquidos consumidos podía reducir el riesgo de desarrollar cálculos renales y que el tipo de bebida consumida era importante. Alcohol inhibiría la secrección de hormonas antidiuréticas, produciendo por tanto un mayor volumen de orina que al ser más diluida ayudaría a prevenir el riesgo e incluso aliviar a cálculos ya formados.