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El vino y los derrames cerebrales

¿Cómo influye una ingesta moderada de vino en este caso?

Se han llevado diferentes estudios intentando relacionar los efectos del alcohol y en particular el vino con la prevención de este problema. El hecho de que está originado por distintas causas, muchas relacionadas con problemas vasculares, hace que haya que especificar en qué caso particular la ingesta moderada de alcohol podría ser beneficiosa en la prevención de esta enfermedad.

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El consumo moderado de alcohol podría prevenir los derrames cerebrales


Según un estudio llevado a cabo en la Universidad de Copenhaguen, se informó que, comparados con los abstemios, los individuos que afirmaban beber vino de forma mensual, semanal o diaria, tenían un riesgo reducido de derrame del 16, 34 y 32 por ciento, respectivamente. No se descubrió una reducción del riesgo de derrame en bebedores de cerveza y licores.

Las personas que tan sólo consumen una bebida alcohólica al día, reducen significativamente el riesgo de sufrir un derrame, pero aumentar el consumo no incrementa los beneficios. Afirman los resultados de un estudio. Los estudios anteriores han demostrado que beber cantidades moderadas de alcohol pueden tener efectos protectores contra los subtipos de derrame.

Los investigadores analizaron los registros médicos de de 22.000 doctores, de entre 40 a 84 años. Durante doce años, 679 hombres experimentaron un primer derrame. La mayor parte de los derrames fueron causados por la interrupción del riego sanguíneo en el cerebro (ictus isquémico), mientras que menos del 15% de los casos fueron causados por una hemorragia cerebral (ictus hemorrágico). Comparados con otros participantes, el grupo de hombres que consumía al menos una copa a la semana tenían un 21% menos de riesgo de sufrir cualquier tipo de derrame.

El mismo grupo, tenía un 23% menos de riesgo de sufrir un ictus isquémico. El alcohol no tenía ningún efecto (ni positivo ni negativo) sobre el riego de padecer un ictus hemorrágico). Después de que los investigadores tuvieran en cuenta otros factores de riesgo, descubrieron que las reducciones más grandes de riesgo en los hombres que consumían entre 1 y 4 copas a la semana. La presión arterial y el ejercicio  afectaban al impacto de beber en el riesgo de sufrir un derrame. El consumo de alcohol beneficiaba a los hombres cuya presión sanguínea era de 140 o más alto, o que hacían ejercicio al menos una vez a la semana. Los autores concluyen afirmando que el consumo moderado de alcohol (1 a 7 copas a la semana) reduce los riesgos de padecer un derrame total y de ictus isquémico.

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El vino y su particular efecto en la prevención de los derrames cerebrales

Sin embargo es el vino la forma alcohólica que más beneficios aporta;   el vino ofrece otros beneficios, por encima de su contenido en alcohol etílico. Los datos de bebidas específicas, recogidos en un estudio realizado en Copenhague, afirmó que los bebedores de vino tenían un índice de mortalidad más bajo, durante un periodo de estudio de 12 años.

El descubrimiento, de que tan sólo el consumo de vino reduce el riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares y cerebrales, y el riesgo de morir por cualquier otra causa, sugiere que hay otros factores presentes en el vino que actúan de manera más amplia tal y como describió el Instituto Nacional de la Nutrición en Italia en su estudio de los compuestos fenólicos  del vino, ya al estar directamente implicado en las defesas antioxidantes en vivo. Este estudio claramente asoció los componentes no alcohólicos del vino con el aumento de la capacidad antioxidante del plasma, lo que podría producir una reducción del riesgo de padecer enfermedades cardíacas coronarias.