Ejercicio Físico en el Alzheimer

El ejercicio tiene muchos beneficios conocidos, incluyendo la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares y la diabetes, el fortalecimiento de los huesos y los músculos, y reducir el estrés. También parece que la actividad física habitual beneficia al cerebro. Los estudios demuestran que las personas físicamente activas son menos propensas a experimentar una disminución de sus funciones mentales, y tienen un menor riesgo de desarrollar Alzheimer

 

Hacer ejercicio varias veces a la semana durante 30-60 minutos puede:

 

 

Mantener el pensamiento, razonamiento y habilidades de aprendizaje fuertes para los individuos sanos

Mejorar la memoria, el razonamiento, el juicio y las habilidades de pensamiento (función cognitiva) para las personas con Alzheimer leve, o deterioro cognitivo leve

Retrasar el inicio de la enfermedad de Alzheimer para aquellas personas en riesgo de desarrollar la enfermedad

La actividad física parece ayudar al cerebro al mantener la sangre fluyendo. El ejercicio también aumenta las sustancias químicas que protegen el cerebro y ayuda en el desarrollo de nuevas células cerebrales