¿Cómo se trata el Alzheimer?
La enfermedad de Alzheimer es invariablemente progresiva. Diferentes estudios han señalado que esta enfermedad tiene un proceso de dos a 25 años, siendo más común el ciclo de ocho a 15 años. No obstante, la definición de cuándo se inicia la enfermedad de Alzheimer, en retrospectiva, puede ser muy difícil. Generalmente, los pacientes no mueren directamente de Alzheimer. Mueren porque tienen dificultad para tragar o para caminar, y estas dificultades producen infecciones muy graves, como la neumonía, mucho más probables.
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad compleja, y ninguna "píldora mágica" puede prevenirla o curarla. Por eso, los tratamientos actuales se centran en varios aspectos diferentes, como ayudar a la gente a mantener las funciones mentales, tratar los síntomas conductuales y frenar, retrasar o prevenir la enfermedad.
El proceso de envejecimiento
Algunos de los cambios relacionados con la edad pueden empeorar los daños del Alzheimer en el cerebro. Los investigadores creen que la inflamación podría desempeñar un papel en la enfermedad. Los estudios han sugerido que los fármacos antiinflamatorios no esteroides (AINE) pueden ayudar a retrasar la progresión del Alzheimer, pero los ensayos clínicos hasta la fecha no han demostrado el beneficio de estos fármacos. Los investigadores continúan buscando la forma en que otros AINE podrían afectar el desarrollo o progresión de la enfermedad.
Los científicos también están investigando los radicales libres, moléculas de oxígeno o de nitrógeno, que se combinan fácilmente con otras moléculas. La producción de radicales libres pueden dañar las células nerviosas.
Tratamientos no farmacológicos
Los tratamientos no basados en medicamentos potencian el máximo de oportunidades de los pacientes para la interacción social, y la participación en actividades como caminar, cantar, bailar que todavía pueden disfrutar. La rehabilitación cognitiva, (establece prácticas de los pacientes en un programa informático para entrenamiento de la memoria), puede o no ser de ayuda. Se necesitan más estudios que profundicen en estos métodos.
Mantener las funciones mentales
Cuatro medicamentos han sido aprobados en los EE.UU por la Food and Drug Administration para el tratamiento del Alzheimer. El donepezil (Aricept ®), rivastigmina (Exelon ®) y galantamina (Reminyl ®) se utilizan para tratar la enfermedad en sus variantes leve y moderada (el donepezil también puede ser utilizado para los casos graves de Alzheimer). La memantina (Namenda ®) se utiliza para tratar las variantes moderada y severa del Alzheimer. Estos fármacos actúan regulando los neurotransmisores (sustancias químicas que transmiten mensajes entre las neuronas). Ellos pueden ayudar a mantener el pensamiento, la memoria y la habilidad del habla, y ayudar con ciertos problemas de comportamiento. Sin embargo, estos fármacos no modifican el proceso de la enfermedad subyacente y puede ayudar sólo desde unos pocos meses hasta unos pocos años.
El tratamiento de la enfermedad de Alzheimer puede consistir en terapias a base de medicamentos, y las que prescinden de ellos. Dos clases diferentes de medicamentos están aprobados por la FDA para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer: los inhibidores de la colinesterasa y antagonistas parciales del glutamato. Ninguna de las dos ha demostrado reducir la tasa de progresión de la enfermedad. Sin embargo, muchos ensayos clínicos sugieren que estos medicamentos son superiores a los placebos (pastillas de azúcar) en el alivio de algunos síntomas.
Antagonistas parciales del glutamato
En los pacientes de Alzheimer hay una ausencia de un neurotransmisor químico del cerebro, la acetilcolina. (Los neurotransmisores son mensajeros químicos producidos por los nervios que se utilizan para comunicarse entre sí con el fin de llevar a cabo sus funciones.) Bastantes investigaciones ha demostrado que la acetilcolina es importante a la hora de formar nuevos recuerdos. Los inhibidores de la colinesterasa (ChEIs) bloquean la degradación de la acetilcolina, por lo que mayor cantidad de este elemento está disponible en el cerebro, y puede resultar más fácil para formar nuevos recuerdos.
Cuatro ChEIs han sido aprobados por la FDA, pero sólo el hidrocloruro donepezil (Aricept), rivastigmina (Exelon) y la galantamina (Reminyl) son recetados por la mayoría de los médicos. El cuarto fármaco, tacrina (Cognex) tiene efectos secundarios más severos que los otros tres. La mayoría de los expertos en Alzheimer no creen que haya una diferencia importante en la eficacia de estos tres medicamentos. Varios estudios sugieren que la progresión de los síntomas de los pacientes con estas drogas parece estacionarse de seis a 12 meses, pero es inevitable que la progresión, a partir de ese momento, comience de nuevo.
De los tres ChEls más utilizados, la rivastigmina y la galantamina sólo son aprobados por la FDA, para el Alzheimer de leve a moderado, mientras que el donepezilo ha sido aprobado para Alzheimer leve, moderado y grave. No se sabe si la rivastigmina y la galantamina también son eficaces en el Alzheimer grave, aunque no parece haber ninguna buena razón que indique lo contrario.
Los principales efectos secundarios de los ChEIs pueden afectar el sistema gastrointestinal, produciendo náuseas, vómitos, calambres y diarrea. Por lo general, estos efectos, pueden ser controlados con cambios en el tamaño o el calendario de las dosis, o la administración de los medicamentos con una pequeña cantidad de comida. Entre el 75% y el 90% de los pacientes toleran dosis terapéuticas de ChEIs.
Antagonistas parciales del glutamato
El glutamato es el neurotransmisor excitante más importante del cerebro. Una teoría sugiere que el glutamato en exceso puede ser malo para el cerebro y provocar el deterioro de las células nerviosas. La memantina (namenda) funciona haciendo disminuir de forma parcial el efecto del glutamato que activa las células nerviosas. No se ha demostrado que la memantina disminuya el grado de progresión de la enfermedad. Los estudios han demostrado que algunos pacientes tratados con memantina pueden cuidarse a sí mismos mejor que los pacientes que toman un placebo. La memantina ha sido aprobada para el tratamiento de la demencia moderada y severa, pero los estudios no han demostrado que sea útil en la demencia leve. También es posible tratar a pacientes con memantina, sin pérdida de eficacia del medicamento, o un aumento de efectos secundarios
Medicina Alternativa
La vitamina E. Algunos estudios han demostrado que la vitamina E puede disminuir la progresión de la enfermedad de Alzheimer, mientras que otros estudios no han mostrado beneficios. Ahora los doctores recomiendan que la gente no tome grandes dosis de vitamina E, ya que puede aumentar su riesgo de muerte cardiovascular.
Gingko. Se cree que los extractos de las hojas del árbol de ginkgo biloba puede ayudar a retrasar el avance de los problemas de memoria asociados con el Alzheimer. Sin embargo, un estudio reciente a gran escala no demostró ningún beneficio. Hay que tener en cuenta que estos preparados puede interactuar con algunos medicamentos para hacer la sangre más líquida, causando hemorragias.
La huperzina A. Derivada del musgo chino, parece funcionar de manera similar a los inhibidores de la colinesterasa. Debido al mayor riesgo de efectos secundarios tóxicos, no se debe tomar huperzina A si se está tomando un medicamento como el donepezil (Aricept).
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¿Puede prevenirse el Alzheimer?
"No podemos controlar algunos factores de riesgo para esta enfermedad como la edad y perfil genético. Pero los científicos están estudiando una serie de otros factores como la actividad física, factores dietéticos, tales como antioxidantes y DHA, y los daños en el sistema vascular."
Las enfermedades del corazón y la diabetes
"La investigación ha comenzado a desentrañar las relaciones entre el Alzheimer y las enfermedades vasculares, que afectan a los vasos sanguíneos del cuerpo. Los científicos están investigando la asociación entre el deterioro cognitivo vascular y trastornos metabólicos tales como las enfermedades cardiacas, los derrames cerebrales, la presión arterial alta y la diabetes, lo que las relaciona de forma directa con el aumento de riesgo de Alzheimer. Varios ensayos clínicos están estudiando si los tratamientos para estas enfermedades pueden mejorar la memoria y las habilidades de pensamiento en las personas con Alzheimer o deterioro cognitivo leve."
Datos
Edad. Por lo general la enfermedad de Alzheimer afecta a personas mayores de 65 aňos, pero puede, en algunas ocasiones, afectar a menores de 40 aňos. Menos del 5 por ciento de las personas entre 65 y 74 años padecen de Alzheimer. Para las personas mayores de 85 años, ese número salta a casi el 50 por ciento.
Herencia. El riesgo de desarrollar Alzheimer parece ser ligeramente mayor si un familiar de primer grado - los padres, una hermana o hermano - tiene la enfermedad. Aunque los mecanismos genéticos del Alzheimer en las familias siguen en gran medida sin explicación, los investigadores han identificado varias mutaciones genéticas que aumentan enormemente el riesgo en algunas familias.
Sexo. Las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollar la enfermedad, en parte porque viven más tiempo.
Deterioro cognitivo leve. Las personas que sufren un trastorno cognitivo leve, padecen problemas de memoria peores de los que sufren las personas de su edad, pero no lo suficientemente fuertes para ser clasificados como demencia. Muchos de los que tienen esta condición llegan a desarrollar enfermedad de Alzheimer