Quantcast

Editorial de noviembre: Activismo contra la Pobreza

 

 

Se acusa a los fondos de cobertura de jugar con las vidas de los más pobres, a medida que los precios de los alimentos se disparan. Activistas contra la pobreza han vuelto a acusar a los especuladores financieros, debido a sus apuestas respecto a los precios de la comida, lo que ha originado el aumento de los precios de alimentos como el café y el chocolate, y amenazando la vida de los agricultores de los países en desarrollo. El Movimiento para el Desarrollo Mundial (WDM) emitió un informe en el que se condena el creciente papel de los hedge funds (fondos de cobertura) y de los bancos sobre los mercados de materias primas en los últimos años, en los que el precio del cacao se ha duplicado, el precio de la energía se disparado y el precio del café ha fluctuado dramáticamente. Las agencias de caridad han exigido que el regulador financiero británico examine cómo se ha terminado en los Estados Unidos con la especulación, tras una serie de subidas del cacao, que alcanzó un máximo histórico en tres décadas, tras descubrirse que un fondo de cobertura londinense se había apoderado de la mayor parte de las reservas de esta materia prima en el mundo. Según los comerciantes, la firma Armajaro se ha hecho con el control de 240.100 toneladas de cacao, la cifra más grande del London Liffe en 14 años, y equivalente al 7% de la producción global. Para los comerciantes, esta especulación se ha traducido en un aumento del 150% en el precio del cacao en los últimos 18 meses, por lo que han tenido que aumentar el precio de sus productos, y disminuyendo la calidad al utilizar menos cacao. En el informe de la WDM, "la lotería de las hambrunas" se afirma que las apuestas financieras arriesgadas y secretas sobre los precios de la comida, han exacerbado el efecto de las malas cosechas de los últimos años. También, se discute que la volatilidad de los precios de la comida ha complicado la planificación de las cosechas para los agricultores, disparando los precios para los consumidores, y poniendo en riesgo la estabilidad social en los países pobres, como los disturbios que tuvieron lugar en México y Haití en 2008. "Los bancos de inversión, como Goldman Sachs, consiguen grandes beneficios al jugar con los precios de los alimentos de primera necesidad. Pero los consumidores se están quedando sin dinero, y se corre el riesgo de que la población de los países pobres pase hambre". "Nadie se beneficia de este tipo de apuestas temerarias, excepto unos pocos corredores de bolsa. Los consumidores sufren los efectos, porque aumenta la inflación, debido a lo impredecible del precio del aceite y de las materias primas, y la población de los países más pobres sufre, porque los alimentos más básicos son inalcanzables". El grupo utilizó cifras extraídas de los informes anuales de Goldman Sachs, para calcular que esta firma consiguió un beneficio superior al billón de dólares anuales gracias a la especulación con los precios de los alimentos. Sin embargo, el banco asegura que la mayoría de sus operaciones con materias primas son encargos de clientes, y que la cifra estimada por el WDM está "ridículamente exagerada". La ONG ha instado al gobierno británico a asumir el liderazgo en la Unión Europea a la hora de exigir más transparencia y controles estrictos en los mercados de productos básicos. WDM asegura que 800 personas se han comprometido a llamar a la Autoridad de Servicios Financieros de Vigilancia para quejarse sobre la influencia de los especuladores financieros en el aumento de los precios de los alimentos y los cambios de demanda, similares a los de Estados Unidos. Una nueva ley de reforma financiera fue aprobada recientemente en los Estados Unidos, que los activistas esperan que ayude a frenar este tipo de especulación, que el mes pasado originó un aumento del 20% en el precio del café, al mismo tiempo que los fondos de cobertura corrían a sus puestos, a la espera de que los precios cayesen. Los bancos, por su parte, argumentan que la mayor parte de la subida de precios de los alimentos se encuentra a la baja, debido a la disminución de la demanda, y que los derivados de los mercados financieros son un mecanismo importante que permite a los agricultores cubrir sus riesgos. Goldman Sachs desestimó el informe de WDM, acusándolo de estar "terriblemente mal informado sobre una serie de frentes". Un portavoz del banco dijo que "la investigación llevada a cabo por organismos internacionales respetados, como la OECD, demuestra claramente que las tendencias a largo plazo, como el aumento del consumo de carne por la clase media en los mercados emergentes, y el creciente uso de biocarburantes en los países desarrollados, han creado un escenario de escasez mundial de alimentos". El banco de inversión también negó que estuviera haciendo campaña contra los cambios de reglas de los mercados. "En repetidas ocasiones hemos dicho que apoyamos una reforma eficaz. Nuestro esfuerzo está diseñado para conseguir una reforma que permita a los agricultores cubrir sus riesgos, por lo que los consumidores conseguirán una mayor estabilidad en los precios. Sugerir lo contrario es completamente falso y engañoso". La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura ha elogiado recientemente a los activistas anti pobreza, al señalar que los aumentos en el mercado de la alimentación "podrían haber sido empujados por la especulación de los mercados organizados" y que la regulación de los mercados de materias primas es necesaria. Pero este informe también sostiene que cualquier intervención debe ser hecha de forma cauta, y abstenerse de imponer límites rígidos o una prohibición directa en este comercio. Se cree que una ofensiva tan dura podría golpear la liquidez de los mercados, utilizados para ofrecer cobertura financiera. En su lugar, las medidas regulatorias deberían concentrarse en elevar la confianza en el "buen funcionamiento" del mercado, como el aumento de la información disponible sobre el mercado de valores. Otra vía es la de investigar de forma más rigurosa cualquier tipo de comportamiento sospechoso por parte de los comerciantes, como ya se practica en Estados Unidos por un organismo de supervisión de comercio. Pero los activistas, como la Fundación Fairtrade, creen que tales mercados no permiten que los pequeños agricultores tengan cobertura, sino que las oscilaciones de precios les hacen daño, ya que suelen ser compradores de mercancías al por mayor, pero que no rse benefician de las subidas de precios ocasionales de los productos que cultivan para su venta. Según la Fundación Fairtrade, muchos consumidores están dispuestos a pagar un poco más si saben que los beneficios van a a los agricultores de los países en desarrollo, pero nunca comprarían el producto si el beneficiario es un especulador de la bolsa, llenando aún más sus bolsillos.

Substratum