Demanda del 40% del agua en el 2030

 

Hoy en día, una de cada cinco personas no tiene acceso a agua potable. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación del agua con arsénico ha sido una grave amenaza mundial para nuestra salud desde 1990. La toxicidad del arsénico es acumulativa; varios estudios han demostrado que, en los países donde la población ha estado expuesta durante largos periodos de tiempo a agua contaminada con arsénico, uno de cada diez habitantes que han bebido de esta agua, acabarán falleciendo por algún tipo de cáncer (especialmente riñón, vejiga y piel) provocado por el arsénico.

 

 

Según el informe “Trazando nuestro futuro del agua: marcos económicos para la toma de decisiones”. Elaborado por la consultoría McKinsey & Company, en nombre del Grupo de Recursos de Agua 2030, a menos que se lleven a cabo cambios profundos para la conservación del agua, y la construcción de nuevos suministros, se abrirá una brecha del 40% entre la demanda de agua estimada de una población global más grande y rica, y los suministros “accesibles y de confianza”.

Pero el dato estadístico realmente sorprendente era este: el 42% de esa demanda de agua global estimada, casi la mitad de todo el agua que utilizamos en nuestros hogares, en la agricultura y en la industria, será requerida por sólo 4 países: China, India, Brasil y Sudáfrica.

Para evitar posibles crisis de abastecimiento de agua, nos han dicho que se necesitan inversiones gigantescas para infraestructuras del agua. Una parte será invertida en grandes plantas desalinizadoras y presas; la mayor parte, como indica el informe; la mayor parte se utilizará en mejoras pequeňas, baratas y potencialmente muy beneficiosas, de canales y bombas de riego, en tuberías que gotean y en las semillas que plantan los granjeros.

La pregunta más importante no es qué necesitamos, si no cómo lograrlo. El precio del agua es el factor más importante a la hora de lograr el cambio, pero muy pocos políticos harán campaňa o regularán que aumenten las facturas, ya que el agua es esencial. Ésta es sin duda la razón por la que deberían hacerlo.

Puede ser verdad que el problema global del agua está compuesto por una serie de problemas locales. Pero si el 42% de la demanda se encontrará en China, India, Brasil y Sudáfrica (todos ellos sufren carencia de agua), quizás el mundo deba prestarles mucha más atención. Resolver la escasez de agua en Rio o Shanghai no ayudará a los granjeros de Tajikistan o California, pero millones de personas sí se beneficiarán , y podrán dar ejemplo al resto del mundo.