6 billones en un cubo
El ciclo hidrológico ha hecho circular el agua por todo el mundo, durante miles de aňos. Pero la creciente interacción del hombre con este ciclo, ha aňadido bastantes capas de complejidad y consecuencias.
Uso Doméstico. La demanda urbana sobre reservas y ríos redirige la corriente natural de agua fresca.
Emisiones de Carbono. El dióxido de carbono en la atmósfera es absorbido por los océanos, aumentando los niveles de acidez del agua.
Transporte Marino. Los barcos liberan agua a miles de kilómetros de donde fue recogida, introduciendo especies potencialmente peligrosas en ecosistemas nuevos.
Pesca. La pesca en exceso puede agotar abastecimientos muy importantes de pescado, y alterar para siempre ecosistemas marinos.
Extracción. La eliminación de aguas subterráneas en zonas costeras, reduce la presión del agua bajo la superficie, permitiendo que la sal se introduzca y mezcle con las reservas de agua fresca.
Aguas Residuales. Los efluentes que no han sido tratados pueden infectar el abastecimiento de agua, pero el tratamiento de de aguas fecales requiere mucha energía, y aumenta las emisiones de carbono.
Energía. Las presas hidroeléctricas quebrantan los ecosistemas de los ríos.
Agricultura. El exceso de riego, los fertilizantes y pesticidas que se vertido de las granjas polucionan los ríos y las aguas subterráneas.
Existen casi 53.00 agencias del agua sólo en los Estados Unidos. Pero estas agencias trabajan sin ninguna coordinación, a pesar de que todas gestionan un bien compartido. No se comparte la información que provea una visión holística de todas las cuencas o de los ecosistemas del agua.
Gracias a una combinación de tecnología que reúne información, y herramientas de análisis, la gestión global del agua podrá ser transformada, para entendernos, renacerá.
Cada año, la agricultura global malgasta el 60 por ciento de los 2.500 trillones de litros de agua que utiliza.
El Nature Conservancy está construyendo una serie de herramientas cuya base es Internet, para la gestión de cuencas hidrográficas. Se están utilizando simulaciones por ordenador de un entorno geoespacial en tres dimensiones, para ayudar a que los usuarios visualicen los posibles efectos de diferentes usos de la tierra, y de posibles implementaciones de políticas del uso del agua, respecto a su impacto en el ecosistema y en la biodiversidad.
Se están abriendo Centros para la Excelencia en la Gestión del Agua. En Montpellier, Francia, un nuevo centro incluirá proyectos como gestión de diques, reducción de polución y desarrollo económico sostenible. En Irlanda, un centro ha desarrollado un proyecto llamado Smartbay Galway, que recoge información continua y en tiempo real sobre la calidad del agua, acuacultura, composición química, energía y movimiento de las mareas, ayudando a los pescadores locales a gestionar las cosechas de marisco, y a las patrullas costeras a vigilar corrientes muy fuertes y grupos de medusas.
Un centro en Amsterdam jugará un papel muy importante en la ejecución del Plan para el Control de Inundaciones del Gobierno Holandés para la innovación en el uso del agua. Con este programa, miembros de gobiernos locales, así como agencias educativas y gubernamentales, colaborarán con el objetivo de prevenir la inundación de los deltas bajos.
